Nuestras pequeñas corrupciones cotidianas: el origen de la cuestionable administración pública de Colombia
Tomarse un jugo sin pagar en el supermercado, sobornar al agente de tránsito, saltarse la fila o conseguir puesto por palanca, son acciones que hacen parte de la cultura del “avispado” colombiano. Superarla es la clave para la transformación del Estado.
“El vivo vive del bobo”, “No sea pendejo, avíspese”, “El que no es aventado no goza lo bueno”, y un sinfín de retahílas más, componen el congestionado disco duro de los jóvenes colombianos, nacidos entre 1976 y 1995. Las denominadas generaciones X y millennial.