Hay casos en vía al Llano, Cali-Bogotá y Mariquita. En Cali, vándalos piden viáticos a conductores.
Los bloqueos desencadenados por el paro no son los únicos responsables de que usted esté pagando 60 por ciento más por un bulto de papa, una piña, huevos o una papaya; o de que el bulto de limón pasara de $ 150.000 a $ 500.000, como indican comerciantes de Corabastos, en Bogotá.
Retenes ilegales y extorsión a camioneros en plena vía están contribuyendo a que los precios se disparen debido a la escasez.
En efecto, mientras el gremio le pide al Gobierno reducir tarifas de peajes —por los que vehículos de 5 ejes pagan hasta $ 37.000—, conductores denuncian ser víctimas de retenes ilegales en los que les piden hasta $ 1 millón para pasar.
«El fin de semana, por la vía al Llano, en el kilómetro 36, había gente atravesada que dijeron ser manifestantes. Eran las 2:30 a. m. Estaban con hombres en moto que fueron de camión en camión pidiendo un aporte a la causa de $ 500.000. No estaban armados, y como no les di dinero, me tocó entregarles parte de la mercancía», le dijo O uno de los proveedores de Corabastos, que pidió la reserva de su nombre.
Y agregó: «Nos sentimos secuestrados. A un compañero, con un camión más grande y una carga de papa, le tocó dar un millón».
Los bloqueos desencadenados por el paro no son los únicos responsables de que usted esté pagando 60 por ciento más por un bulto de papa, una piña, huevos o una papaya; o de que el bulto de limón pasara de $ 150.000 a $ 500.000, como indican comerciantes de Corabastos, en Bogotá.
Retenes ilegales y extorsión a camioneros en plena vía están contribuyendo a que los precios se disparen debido a la escasez.
En efecto, mientras el gremio le pide al Gobierno reducir tarifas de peajes —por los que vehículos de 5 ejes pagan hasta $ 37.000—, conductores denuncian ser víctimas de retenes ilegales en los que les piden hasta $ 1 millón para pasar.
«El fin de semana, por la vía al Llano, en el kilómetro 36, había gente atravesada que dijeron ser manifestantes. Eran las 2:30 a. m. Estaban con hombres en moto que fueron de camión en camión pidiendo un aporte a la causa de $ 500.000. No estaban armados, y como no les di dinero, me tocó entregarles parte de la mercancía», le dijo a EL TIEMPO uno de los proveedores de Corabastos, que pidió la reserva de su nombre.
Y agregó: «Nos sentimos secuestrados. A un compañero, con un camión más grande y una carga de papa, le tocó dar un millón».
Rechazo y caravanas
En la vía Lérida-Mariquita, un transportador de aguacates salió del centro de acopio, cerca de Fresno, y hacia las 11 p. m. se topó con un bloqueo en el sector de San Felipe: «Me pidieron $ 180.000 para dejarme pasar, y me tocó pagar».
Y algo similar ocurre en una zona de la sabana de Bogotá.
Un comerciante, que adquiere cebolla cabezona en Sopó para venderla en Mosquera, Madrid y Facatativá, afirmó que al llegar a Zipaquirá, personas que se identificaron como manifestantes le pidieron $ 120.000 para poder seguir: «Preferí devolverme y perder la mercancía». En el mismo retén, un grupo de venezolanos cobra entre $ 10.000 y $ 25.000. A un chofer que se negó a pagar lo retuvieron de 11 p. m. a 2 a. m.